Paso fundamental en cualquier rutina de skincare ya que una adecuada hidratación no solo facilita el óptimo funcionamiento de tus células, sino que se traduce en una piel más saludable, con una textura y tono mejorados. Esto también facilita la absorción efectiva de otros productos, potenciando sus beneficios.

Además, la hidratación juega un papel crucial en la curación de imperfecciones y en la regulación de la producción de aceite, evitando el exceso que puede dar lugar al acné. Mantiene la barrera cutánea, previene la sequedad e irritaciones, y contribuye a reducir la aparición de líneas finas.

P.S. No olvides tomar 2-3 litros de agua al día ;)